OPINIÓN | Charlie Hebdo
He pasado una porción de tiempo considerable en tener una conclusión sobre lo sucedido.
El hecho del "atentado" contra el semanario satírico de Charlie Hebdo, da mucho de que hablar, y eso se nota. Al margen del repudio que puedo sentir por ambas partes - simplemente pienso con un poquito de ira - para que provocan a los "perros más rabiosos" pero obedientes a su amo, que es "más loco" que otros pseudodioses. Según la información obtenida, los editores del semanario sabían el peligro que representa sus provocativas caricaturas, un nivel de grosería y otras cosas más un tanto extremas, pero, también representa en cierta forma una realidad oculta. Y al margen de ello se deduce que estaban preparados para morir incluso de la peor forma.
De lo sucedido, por increíble que parezca, doy mis respetos para ambos, obviamente hasta cierto grado. Es respetable sus formas de muerte de ambos bandos, obviamente viéndolo de la forma en que cada uno de esos grupos ve el mundo que les rodea.
Pero, saliendo un poco de sus pequeños y ridículos mundos en los que viven, es cierto que el agredir a alguien a quien uno valora le provoca a uno un instintivo deseo de castigar tal ofensa, incluso llegando en algunas personas al deseo de quitar una vida humana. En este caso la muerte de los editores de Charlie Hebdo fue debido en parte a que uno de sus editores se exageró bastante en su forma de expresión.
A todo este pequeño problema que surgió surge un a pregunta, ¿Cuál es el precio de la libertad de expresión y cuales son sus condiciones de uso?, he aquí algo que varias personas distan bastante y simplemente lo dejaré para otro día. Realmente hay mucho de que hablar, lastima que esté limitado en tiempo por el momento.
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